jueves, 19 de julio de 2012




¿Se te antoja la privacidad de tu propia isla privada, pero odias estar atado a un solo lugar? Si es así, una firma austriaca ha desarrollado la solución a tus problemas: una isla flotante hecha por el hombre, con dos pequeños motores de diesel para cuando desees cambiar de escenario. La isla Orsos tiene forma oval y fue diseñada para combinar la movilidad de un yate con el confort de una casa. Ofrece seis recámaras distribuidas en tres pisos y 1.000 metros cuadrados, casi lo equivalente a cuatro canchas de tenis, de espacio habitable con todos los lujos. Aunque no cuenta con una cancha de tenis, aquellos que anhelan jugar billar subacuático se alegrarán al saber que en el casco de la isla hay un gran salón de juegos. Mientras tanto, la sala de karaoke subacuático es ideal para aquellos cuyas voces es mejor mantenerlas alejadas de la civilización

  Orsos, la isla flotante

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